La emergencia, que afortunadamente no dejó heridos, obligó a las autoridades a implementar un plan de contingencia para el trasiego de la carga y el retiro del vehículo.

La mañana del pasado martes, un camión cisterna que transportaba gas se volcó en el sector conocido como la Nariz del Diablo, en la concurrida vía que conecta a Bogotá con Melgar. A pesar de la naturaleza peligrosa del cargamento, el accidente no dejó personas lesionadas.

Tras el siniestro, la concesionaria Vía Sumapaz activó de inmediato sus protocolos de seguridad. Charlie Rengifo, gerente de operaciones de la empresa, confirmó que se llevó a cabo una coordinación con la Policía de Tránsito y Transporte (PITRA) de Tolima, la Oficina de Gestión de Riesgo departamental y la empresa propietaria del vehículo.

El plan de contingencia se centró en dos etapas cruciales para garantizar la seguridad en la vía. La primera, una operación de trasiego de la carga de gas, la cual consistió en transferir el combustible del vehículo accidentado a otro camión. Esta maniobra, que tomó alrededor de cinco horas, fue un paso indispensable antes de poder mover el vehículo volcado.

Una vez finalizado el trasiego, se procedió a la segunda etapa: el retiro del camión siniestrado. Para esta tarea, se utilizó una grúa especial que levantó el vehículo para retirarlo de la vía, permitiendo así que el personal de limpieza se encargara de despejar la zona y prepararla para su reapertura.

Mientras se desarrollaba toda la operación, Vía Sumapaz implementó un reversible a través del túnel para mantener la movilidad de los usuarios. La empresa se comprometió a mantener informada a la comunidad sobre el estado de la vía, priorizando la seguridad y el restablecimiento del flujo vehicular tan pronto como fuese posible.