Érika Valencia afirma que se llenó de ira pues lo mantuvo mucho tiempo y cuando por fin trabajó, la iba a abandonar. Agregó que su pareja la violó, golpeó y uso por mucho tiempo.

 

En días anteriores se conoció el caso de un hombre que fue agredido por su pareja sentimental, con aceite hirviendo.

Un historial de violencia 

Todo inició 18 meses atrás cuando Érika Valencia y José Rivas decidieron irse a vivir juntos. Desde ese entonces, la relación según la mujer, se empezó a tornar violenta pues afirma que fue agredida en múltiples ocasiones y que incluso, en una ocasión que él le pidió tener sexo anal y ella no quiso, fue golpeada salvajemente.

Las agresiones continuaron con el pasar del tiempo y cada día la relación se tornaba más tóxica hasta llegar al fatídico día del ataque.

Según Érika Valencia su marido trabajaba en un parqueadero, pero fue despedido, tiempo en el cual ella respondió por el hogar. Luego consiguió un trabajo como conductor y una noche que llegó tarde, ella esperó que se durmiera y le revisó el teléfono; éste se dio cuenta y en medio de la discusión afirmó que su marido le dijo que él se iba a vivir en otra parte, pero le iba a seguir pagando el arriendo.

La agresión con aceite hirviendo 

Sin embargo, más tarde tuvieron relaciones y al parecer todo continúo normal. Pese a ello, al otro día siguieron la discusión y él en varias ocasiones le dijo que quería terminar con la relación porque ella era muy tóxica.

“Esa noche cuando se durmió, volví a revisarle el celular y me di cuenta que le estaba diciendo a su mamá que quería terminar conmigo, le decía que con el trabajo que él tenía, mejor estaba solo. Yo sentí que me dio una puñalada en la espalda, yo estuve con él cuando no era nadie, sabía sus secretos, me golpeó muchas veces, me di cuenta que robaba en su empresa, muchas cosas le aguanté y me defraudó”.

Érika Valencia comentó que la ira se apoderó de ella y en ese momento decidió levantarse de la cama e ir a la cocina para calentar el aceite.

“Yo me levanté, calenté el aceite y efectivamente se lo tiré en la cara. Él se levantó de la cama gritando y yo estaba indiferente. Luego llegó una de mis primas y él salió de la casa. Siento que aguante mucho para tener estabilidad y me dolió que dijera que porque ahora tenía trabajo me iba a dejar”, indicó Érika Valencia.  

Finalmente asuró que es consciente de lo que hizo y está dispuesta a responder ante la justicia, pues enfrenta una pena de hasta 20 años de prisión por el delito de lesiones con agentes químicos, ácidos o sustancias similares.

El hombre por el momento permanece en una clínica de Apartadó en Antioquia, intentando recuperarse de sus lesiones.