Seguridad del Tolima aclara que grupo que intimidaba en Natagaima no pertenece a disidencias de las FARC

por Camila Pinto

Tras la captura de una mujer vinculada con intimidaciones en el sur del departamento, el secretario de Seguridad del Tolima aseguró que no se trataba del resurgimiento del Frente 13, sino de delincuencia común dedicada a la extorsión.

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Luego de la captura en el departamento del Huila de una mujer que se hacía pasar por integrante del extinto Frente 13 de las FARC para extorsionar a habitantes de Natagaima, el secretario de Seguridad del Tolima, Alfredo Bocanegra, aclaró que este caso no corresponde al resurgimiento de un grupo armado organizado, sino a un grupo de delincuencia común integrado, al parecer, por ciudadanos extranjeros.

“Desde que apareció un camión con grafitis alusivos al Frente ‘Iván Ríos Nueva Generación’, la comunidad de Natagaima se alertó. Sin embargo, tras las investigaciones y la captura de una de las personas que participó en esa acción, hemos determinado que se trata de una estructura delincuencial común que usaba símbolos y mensajes de grupos armados para generar temor y presionar pagos extorsivos”, explicó Bocanegra.

El funcionario también precisó que los armamentos utilizados no eran de alta letalidad y, en su mayoría, correspondían a armas traumáticas, lo que refuerza la hipótesis de que el grupo no tenía vínculos reales con disidencias de las FARC, ni operaba como una estructura armada organizada.

“Estas personas buscaban sembrar el miedo para obtener réditos económicos mediante extorsión. Por eso es tan importante que la ciudadanía no acceda de inmediato a esas exigencias y primero consulte con las autoridades, especialmente con los grupos GAULA”, advirtió el secretario.

Asimismo, enfatizó que muchas de estas intimidaciones se realizan desde cárceles o incluso desde otras ciudades, aprovechando plataformas de consignación rápida, por lo que hizo un llamado a no dejarse engañar y siempre verificar la veracidad de las amenazas.

Las operaciones en la zona continúan, mientras las autoridades mantienen contacto directo con las comunidades rurales para garantizar su seguridad y tranquilidad, especialmente en zonas como la vereda La Palmita, donde se presentaron las intimidaciones.