El funcionario destacó que, a un año de la entrega de la esperada obra, se han tenido mejoras en la continuidad y potabilidad a los barrios del sur de la ciudad.

Hace un año, el 15 de octubre de 2024, el Sur de Ibagué vivió un momento histórico: la entrada en operación del Segundo Acueducto, una obra liderada por la alcaldesa Johana Aranda y el IBAL, que cambió la vida de más de 60.000 habitantes del sur.

Por décadas, las familias de este sector de la Capital Musical padecieron cortes, enfermedades y dificultades por la falta de agua potable. Hoy, esa realidad quedó atrás gracias a la infraestructura que conecta directamente con el sistema principal del IBAL, con la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable en Boquerón, garantizando un suministro estable y seguro.

"En este primer año, es un balance muy positivo, en primer lugar, porque ya el sistema está articulado, entonces nos permite mejorar condiciones de prestación de servicio en cuanto a continuidad de las zonas de las comunas 12 y 13", aseguró el gerente del IBAL, Roberto Santofimio Varón.
Según explicó el funcionario, los análisis fisicoquímicos realizados al agua que se distribuye en el Sur reflejan un IRCA apto para el consumo y que cumple con todos los parámetros de calidad.

Yamile Herrera, líder del Acueducto Comunitario La Isla, expresó la alegría de su comunidad: “A mí esto me cambió la vía; con la construcción de la planta Boquerón nos llenamos de expectativa, pero nació la esperanza para todos nosotros. Por ejemplo, antes pasábamos hasta 15 días sin agua debido a una gran ola invernal que no pudimos superar y tomamos la decisión de conectarnos. Hoy abrimos la llave y tenemos agua potable”.

Acueductos como La Isla, Granada, Miramar, La Unión, Jazmín, Cerros de Granate, Ricaurte y Colinas 1 y 2, entre otros ya hacen parte de esta gran red de progreso que dignifica la vida de miles de familias del Sur.