¿Volverán los suicidios al puente de la Variante? La vigilancia se va por falta de luz
- por Daniel Garcia
La empresa privada que ejercía la función de vigilancia afirmó que la Alcaldía tuvo poco interés y nunca adecuaron la carpa, ni les brindaron energía para cargar los equipos.
El gerente de la empresa privada, lamentó el poco interés tanto de la Concesionaria como Alcaldía en terminar de adecuar la carpa, la cual nunca contó con un puesto de energía para cargar los equipos.
Tras estar más de dos meses funcionando el puesto de vigilancia en el Puente de la Variante en Ibagué, se anuncia oficialmente que hoy será levantado, debido a incumplimientos en la adecuación de la carpa dispuesta para los guardas.
Saúl Guzmán, gerente del Grupo Empresarial ASVES, lamentó que tras reiteradas solicitudes tanto a la Alcaldía como Concesionaria para disponer de un punto de energía, se decide quitar el puesto, ya que, están en tinieblas los vigilantes.
“Hoy completamos 65 días de servicio ininterrumpidos en el Puente de la Variante y se toma la decisión hoy al mediodía estaré levantando el puesto de vigilancia, teniendo en cuenta que dimos una espera para ver su podríamos tener respuesta por parte de la Concesionaria en cuanto a la luz y la administración municipal no lo hizo”.
Guzmán acotó que se van con la satisfacción del deber cumplido, al lograr contribuir en la problemática de salud mental que atraviesa la ciudad, donde en 65 días no se presentaron víctimas fatales.
“Nunca hubo un punto de energía para la caseta de los guardas, seguimos en la oscuridad, la inclemencia del clima, a pesar que hay una carpa de noche es complejo; lo importante es la satisfacción del deber cumplido y entregamos a Ibagué cifras alarmantes, pero con la alegría que no hubo ningún incidente que lamentar ni pérdida de vidas”.
Por su parte, criticó la falta de voluntad de los entes inmersos en dicha estructura para adecuarla y brindar un mejor servicio con el fin de salvar vidas.
“Nos vamos tristes porque queríamos seguir, pero como el dicho una sola golondrina no llama invierno, es difícil, el puesto de mando unificado nunca funcionó como debía ser, pero hay cosas que se podían hacer, un punto de energía no requiere de licitación, sino de voluntad política y querer hacer las cosas”.
Finalmente, destacó la cifra de personas que se trataron, ayudaron y pudieron persuadir a no tomar una fatal decisión. “Son 89 personas entre hombres y mujeres, hubo casos sencillos, casos medianamente complejos y unos ocho muy complejos con personas a bordo del precipicio”.