El macabro plan  fue descubierto por agentes de la Policía Metropolitana y por un grupo de investigadores del CTI de la Fiscalía, quienes lograron en las últimas horas la captura en el barrio Cádiz de esta ciudad, de Edwin Rubiano y su esposa, Natalia Lozano, tras ser solicitados mediante orden judicial, por el asesinato de su propia hija, a quien, según la Fiscalía, dejaron abandonada en un rincón de su vivienda, ubicada en el barrio Especial El Salado, para después tratar de convencer a las autoridades de que no eran sus padres y que no tenían conocimiento de la manera como el cadáver llegó a su casa.

La investigación se inició en el mes de abril del año anterior y quedó en manos del Juzgado Segundo Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Ibagué, donde la pareja fue acusada por el delito de homicidio agravado, bajo la modalidad de filicidio, es decir, asesinar a su propia hija.

Los esposos relataron en su momento a las autoridades que al llegar a su vivienda percibieron un olor fuerte y que al verificar al interior de su residencia, habían encontrado el cuerpo sin vida de una recién nacida y que desconocían de quién era hija.

Investigadores de Criminalística del CTI realizaron la inspección técnica del cadáver y en conjunto con agentes del orden de la Metropolitana de Ibagué y la Fiscalía Novena Seccional de Vida de la capital tolimense, se logró establecer, a través de Medicina Legal, que la bebé había muerto por asfixia y que una vez realizados los cotejos de la prueba de ADN, arrojó como resultado que Edwin Rubiano y Natalia Lozano eran sus padres biológicos, quienes inicialmente lo habían negado.

Conociéndose el resultado de la investigación, el Juez Segundo Penal Municipal con función de control de garantías emanó la orden de captura contra la pareja de esposos, quienes fueron presentados ante los estrados judiciales, siendo enviados a la cárcel por el delito de homicidio agravado.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.