La situación se vive desde hace siete meses y dos semanas, tiempo en el que varias familias, al menos 500 en su comienzo, tratan de buscarle solución a sus vidas, anhelando una casa donde vivir, motivo por el cual decidieron invadir un terreno que a la fecha, no se sabe realmente quién es el propietario, si el municipio o un particular, tema que las autoridades locales han tratado de acabar sin lograrlo.

Después de 30 días si haber sabido del Esmad, las familias que aún se encontraban con el sueño de tener casa propia y que no se habían salido de la invasión, vieron cómo perdían lo poco y nada que tenían, luego que uniformados de la policía llegaran a la invasión para acabar con lo que se encontraran a su paso.

Una tanqueta, una máquina retroexcavadora y más de 50 uniformados, llegaron al asentamiento sin dejar que estas personas sacaran de los cambuches los colchones, cobijas, ropa y otros elementos, dejando todo esto en cenizas, pues le prendieron fuego a la mayor parte de la invasión.

Varias personas alcanzaron a salvar lo que pudieron.