El diputado llamó a un aumento real del salario mínimo y defendió que mejores ingresos impulsan el crecimiento económico.

El diputado Carlos Reyes se pronunció sobre el reciente debate en torno al salario mínimo que se avecina para 2026, destacando que la discusión no debe limitarse a cifras técnicas, sino orientarse hacia el bienestar integral de los trabajadores.

Reyes señaló que es común escuchar, en estas épocas, posturas encontradas: empresarios advirtiendo que un alza significativa afectaría la sostenibilidad de las empresas, y trabajadores reclamando que el salario actual no alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Ante ese panorama, el congresista planteó que el incremento debe ser suficiente para que los trabajadores puedan cubrir necesidades fundamentales, tener recreación con sus familias y ahorrar, puntos clave para mejorar la calidad de vida de millones de colombianos.

El diputado también citó experiencias de economías progresistas y socialdemócratas, donde los ajustes salariales buscan aumentar el poder de compra de los trabajadores, lo cual genera mayor circulación de dinero en la economía y, a su vez, puede traducirse en mejores ventas para las empresas y un impulso general al crecimiento económico.

Este llamado surge en un momento en que el debate sobre el salario mínimo en Colombia ha cobrado fuerza. En las actuales negociaciones para definir el salario de 2026 participan centrales obreras y empresarios, con propuestas que oscilan entre aumentos superiores al 7 % hasta incrementos de doble dígito, mientras el Gobierno busca equilibrar estas demandas con desafíos macroeconómicos como la inflación, que hasta noviembre rondaba el 5,3 % anual, según cifras recientes del DANE. 

Reyes, además, defendió la política de incrementos sostenidos impulsada en los últimos años, destacando que, pese a las advertencias de algunos sectores, la economía colombiana ha seguido presentando indicadores favorables de inflación e incluso ha permitido un aumento del ingreso real de los trabajadores.

Con este mensaje, el diputado reiteró que el aumento del salario mínimo no debe ser visto únicamente como un gasto, sino como una herramienta para fortalecer el consumo, reducir la brecha de inequidad y contribuir a una economía más dinámica y justa.