Nueva modalidad de extorsión afecta a domiciliarios y servicios de emergencia en el Tolima
- por Kelly Perdomo
Conozca la historia de la sobrina de un exgobernador que fue blanco de estos delincuentes y cuál fue el modus operandi de ellos.
Carolina Armel, sobrina del ex gobernador del Tolima Ariel Armel, vivió una experiencia aterradora cuando fue víctima de una nueva modalidad de extorsión que están utilizando los delincuentes en la región. Afortunadamente, ella pudo evitar ser robada o estafada gracias a su astucia y la ayuda de las autoridades locales.
La historia comenzó cuando Carolina se encontraba realizando entregas de comida a domicilio el martes pasado, la señora a la que ella le hacen los domicilios recibió un pedido para una dirección en la parte alta de Calambeo, en la zona casi rural. Al acercarse a la ubicación indicada por el GPS, se dio cuenta de que la dirección no estaba bien definida, lo que levantó sus sospechas.
Mientras esperaba en ese lugar, una motocicleta pasó cerca de ella y la observó detenidamente, lo que la hizo sentir aún más incómoda. En ese momento, recibió una llamada en un número diferente al que se había utilizado para el pedido del domicilio. El individuo al otro lado de la línea le cuestionó su presencia en esa zona y trató de asustarla al afirmar que estaba en una "zona roja" prohibida.
Sin embargo, Carolina mantuvo la calma y comenzó a dudar de la legitimidad de la llamada. Cuando el hombre se dio cuenta de su miedo, le dijo que pertenecía al Ejército Nacional y que solo estaban cuidando la zona. Luego, comenzó a hacerle preguntas personales para obtener información, una táctica común en este tipo de extorsiones.
Armel supo cómo lidiar con la situación y proporcionó información falsa, haciéndoles creer que solo vivía con la persona que a la que habían realizado el pedido de comida. Mientras tanto, los delincuentes llamaron a la dueña del número de teléfono del pedido, afirmando que tenían a Carolina retenida y amenazando con matarla si no pagaba una suma de 8 millones de pesos de inmediato.
La joven, consciente de que un CAI de la Policía se encontraba cerca de Calambeo, fingió tranquilidad y esperó el momento adecuado. Cuando los extorsionadores se dieron cuenta de que estaba en movimiento, se alteraron y la amenazaron con disparar si no se detenía. Sin embargo, Carolina continuó su camino hacia el CAI.
Una vez allí, mostró la llamada a las autoridades, quienes confirmaron que se trataba de una nueva modalidad de extorsión utilizada por delincuentes de la cárcel de Picaleña. Los extorsionadores continuaron llamando desde diferentes números, tratando de evitar que Carolina usara su teléfono y alertara a la dueña del pedido.
La joven bloqueó ambos números y envió un mensaje de tranquilidad a la señora de los almuerzos, informándole que estaba bien y que estaba con la policía. A pesar de la tensión, la dueña pudo engañar a los extorsionadores haciéndoles creer que ella estaba colaborando con ellos mientras alertaba silenciosamente a la policía, lamentablemente las autoridades no llegaron.
Finalmente, los extorsionadores cambiaron sus demandas, pidiendo 500 mil pesos antes de que la mujer pudiera avisar a la dueña del pedido de comida. Estas personas jugaron con el miedo y la incertidumbre, alternando sus identidades y tácticas para confundir a sus víctimas.
Las autoridades advierten que esta modalidad de extorsión, conocida como el "falso servicio", está afectando a domiciliarios, servicios de emergencia y comerciantes que deben desplazarse a zonas apartadas. Recomiendan colgar la llamada, alejarse del lugar y comunicarse con la línea 165 para denunciar cualquier tipo de extorsión o secuestro.