El aparente hecho delincuencial que causó terror y zozobra, según relataron los dos niños, ocurrió esta mañana y las víctimas  son hijos de María Encarnación Perdomo, residente en la calle 14 número 14-50 del barrio 7 de agosto, quien manifestó a las autoridades de Infancia y Adolescencia que sus pequeños hijos iban a ser víctimas de un rapto por parte de dos hombres que se transportan en una camioneta blanca, quienes intentaron atraparlos y subirlos al vehículo, pero la reacción de los niños no les permitió salirse con la suya, relato que había recibido de sus dos hijos, quienes inventaron la historia para que su progenitora no los regañara por haberle causado un rayón a una camioneta particular que estaba parqueada cerca de su casa.

Los dos menores de edad fueron identificados con las iniciales JPPP, de 13 años de edad, estudiante de quinto grado y JLPP, de 11 años, cursa tercer grado, ambos alumnos de la institución educativa Jorge Quevedo.

Según su progenitora, sus dos hijos se dirigían a la escuela, sede del Colegio Germán Pardo, ubicada en el barrio 20 de Julio, cuando fueron interceptados por los dos presuntos secuestradores, quienes iban a bordo de una camioneta, historia que la policía logró desvirtuar.

“El carro en el que iban los tipos es parecida a una Duster. Esos señores le cerraron el paso a mis hijos que iban rumbo a la escuela. Eran las 6 y 40 de la mañana aproximadamente. Eso ocurrió en la parte trasera de la escuela”, dijo Encarnación, madre de los infantes, sin saber que todo era una mentira de sus dos pequeños hijos.

Los jovencitos hasta dijeron que el copiloto de la camioneta era un hombre aproximadamente de unos 40 años de edad, contextura media, barba abundante y piel blanca y que se había bajado del carro con un pañuelo en la mano y trató de coger a los niños, quienes, según dijeron a las autoridades, alcanzaron a correr rodeando el vehículo, sin que lograra alcanzarlos.

“De un momento a otro se bajó el conductor con un pasamontaña puesto y también trató de cogerlos. Ellos al ver esa situación salieron corriendo y escaparon, regresando a su casa”, relató la mujer a la policía.

Minutos después la Policía de Infancia y Adolescencia desmintió la historia y al sector regresó la calma, pues ya se había advertido de los dos supuestos secuestradores.