El sujeto pedía sumas de dinero por no publicar fotos íntimas de la víctima y además durante el noviazgo la obligaba a tener relaciones sexuales amenazándola con un arma de fuego.

En las últimas horas, el GAULA de la Policía Metropolitana de Ibagué, capturó a Felipe Armando Cruz Rojas, de 27 años, oriundo de la ciudad de Bogotá, como presunto responsable del delito de extorsión agravada.

De acuerdo a la investigación, la víctima de este aberrante caso, era una mujer de 25 años, quien venía siendo amenazada y extorsionada por su excompañero sentimental, luego de que ella decidiera terminar la relación, que duro poco menos de 11 meses, tiempo en el que sufrió violencia de género, al ser maltratada psicológicamente.

La Investigación

La víctima había comenzado una relación sentimental con Felipe Cruz, en el mes de enero de 2024, tras haberlo conocido a través de una red social. Pasados unos meses, la relación dejó de ser un cuento de hadas, y se convirtió en un tormento para ella.

Este hombre, empezó a generar malos tratos, hasta el punto, que la obligaba a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, generando intimidación con lo que la víctima señala, era un arma de fuego.

Luego de aguantar varios meses la situación, y por el temor que este hombre le generaba, la mujer a finales del mes de noviembre, tomó la decisión de dar por terminada la relación, situación que no le gustó para nada, a Cruz Rojas.

Tras tomar esa valiente decisión, la víctima de este caso, empezó a recibir amenazas por parte de este hombre. En su poder el victimario, tenía unas fotos y publicaciones íntimas de la mujer, con lo que la amenazaba y extorsionaba, afirmándole que iba a publicar las fotos para que su hijo y familia se enteraran de lo que hacía.

Allí, empezaron las exigencias económicas. Primero le exigió la suma $400 mil pesos, pero ante la negativa de la víctima por suministrar el dinero, cada día las exigencias incrementaron, hasta llegar a pedirle, $1.000.000

El tormento para esta mujer, fue incrementando día a día, Felipe Cruz, inició una serie de intimidaciones verbales, a través de mensajes de WhastApp y publicaciones en redes sociales, en los que afirmaba: “le voy a volver mierda ese pelo con pegante”, “le voy a cortar la cara, para que quede como guasón”, “cara chimba, no duerma con su hijo, porque no sabe cuándo le van a entrar. Después no diga que no se le dijo. Los chavos se pagan con chavos”.

De las amenazas e intimidaciones por mensajes, pasó a hechos contundentes. Primero, con aerosol, le pintó la puerta de ingreso a su residencia, donde escribió “Perra, puta, mala paga”, luego, le rompió los vidrios de una de las ventanas de la casa, y finalmente, le lanzó una bengala con fuegos artificiales al interior de la vivienda, momentos en que se encontraba con su pequeño hijo de 8 años.

Esta última acción delincuencial, obligó a la víctima a trasladar a su hijo, hacia otro lugar, donde estuviese seguro.

Con la firme decisión de buscar ayuda y salir de esa situación, para mediados del mes de diciembre, la mujer decidió denunciarlo ante el GAULA de la Policía Nacional.

Con toda la información entregada por la mujer, y las evidencias de las amenazas y exigencias económicas, se logró expedir rápidamente la orden de captura por el delito de extorsión agravada.

El operativo de captura

El martes 28 de enero de 2025, desde el complejo policial Picaleña, se lanzó la operación conjunta entre el Gaula y la Patrulla Púrpura, en la que participaron siete mujeres, adscritas al Grupo de Protección a la Familia y Género.

Tras la confirmación de agentes de inteligencia, que venían realizando labores de vigilancia, que el objetivo iba a salir de su casa, las uniformadas, llegaron hasta la Calle 112, manzana 37 del barrio el Topacio, donde Felipe Cruz estaba sentado, logrando su captura.

Lo enviaron a la cárcel

Tras ser puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, el fiscal que lidera la investigación, en las respectivas audiencias de control de garantías ante un Juez de la República, le imputó no solo el delito de extorsión agravada, sino, además, el delito de acceso carnal violento.

Tras varias horas de audiencia, el juez decidió cobijarlo con una medida de aseguramiento preventiva en centro carcelario, desde donde deberá afrontar el proceso judicial en su contra.