ExFarc pidió perdón por asesinato de ‘Chucho’ Bejarano
- por Edward Amaya M
Se cumplen 23 años de su muerte trágica a manos de un comando de las Farc que consideraba a Jesús Antonio Bejarano como un ‘mandadero’ del entonces presidente Cesar Gaviria, según confesó el hoy senador Julián Gallo, conocido en la guerra como Carlos Antonio Lozada o ‘Tornillo’
Bejarano había sido embajador y consejero de paz en los gobiernos de Virgilio Barco y César Gaviria y una de las figuras más reconocidas en las negociaciones de paz de Caracas y Tlaxcala.
Esos antecedentes de su lucha por conseguir un acuerdo con la guerrilla de la época era lo que más desconcertaba acerca del asesinato que causó indignación entre la comunidad académica, política, gubernamental y entre la opinión pública en general. Cómo era posible, se preguntaban todos, que un hacedor de paz fuera asesinado por aquellos con quienes buscaba un acuerdo nacional.
La respuesta llegó durante las audiencias de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP y se corroboró esta semana, cuando Julián Gallo en medio del foro ‘Verdad, Paz y Formación Política’ en la Universidad Nacional sorprendió a los asistentes al pedir perdón por el crimen y hacer estas revelaciones.
“Es un hecho que a nosotros nos avergüenza profundamente, por el cual pedimos perdón. Una unidad nuestra (refiriéndose a las Farc) asesinó aquí en este campus a un profesor, al profesor Bejarano …Eso no nos puede pasar. Un joven hoy en día se preguntará cuáles son los niveles de demencia que lleva una confrontación armada, una guerra, para que sucedan este tipo de hechos”, dijo el hoy senador del partido Comunes en medio de un silencio que pocas veces se siente en la Nacional. Luego de esas espontáneas palabras, el auditorio se levantó -en un acto igualmente espontáneo- y honraron la memoria del tolimense ‘Chucho’ Bejarano con un minuto de silencio.
Durante las declaraciones de integrantes del secretariado de las Farc y otros de sus militantes ante la JEP, ha quedado claro que el homicidio, perpetrado por la columna ‘Joselo Lozada’ cumplió órdenes del secretariado que veía a Bejarano como un saboteador de los diálogos y de su intento de conformar con otros movimientos la llamada ‘Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar’.
En esas mismas declaraciones a la JEP queda claro que las Farc veían a Bejarano como un alfil de Cesar Gaviria que buscaba evitar la unión de todos los grupos guerrilleros en la llamada ‘Coordinadora’.
En diálogo con Las Noticias de Ondas de Ibagué, Alberto Bejarano, hermano del ex asesor de paz, aseguró que poco a poco se va conociendo la verdad que por tantos años han buscado y que lo único que mueve a su familia es la reparación moral y que el nombre y el sacrificio de este arquitecto de la paz no queden en el olvido. Al recordar a su hermano, considera que el asesinato privó al Tolima de una figura que pudo haber impulsado el desarrollo del departamento, pues habían hablado acerca de la posibilidad de una candidatura a la Gobernación. Analistas políticos coinciden en que ‘Chucho’ Bejarano estaba llamado a descollar en el firmamento político regional y nacional, aunque lo que verdaderamente apasionaba a este tolimense era la docencia, las aulas, sus alumnos, esos que hoy lo recuerdan llegando de manera puntual a las clases donde se convertía en el más humilde de los profesores, sin escoltas, sin chalecos antibalas, sin vehículos blindados, porque no le debía nada a nadie y jamás pensó ser una víctima más de la demencia de la guerra.