Una de las principales apuestas del gobierno de San Luis es cerrar la brecha en acceso al agua potable en zonas rurales como Payandé, donde el líquido llega sin tratamiento adecuado. 

Este año el municipio de San Luis tiene proyectada una importante agenda de obras que buscan mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Entre ellas se encuentra el proyecto de la planta de tratamiento de agua potable para Payandé, que actualmente en valoración técnica, está estimado en $9.029 millones y se financiará con recursos municipales, del consorcio FIA de la EDAT y se espera contar también con el apoyo de la empresa privada.

"Es una deuda histórica con Payandé y sus veredas, donde el agua llega turbia en épocas de lluvia. Esta obra transformará la calidad de vida de más de 5.000 personas", destacó el alcalde Ricardo Acosta.

La planta impactará positivamente no solo a la población residente, sino también a la creciente actividad turística que se viene fomentando en la región con la intención de mejorar la economía de sus residentes.

En este sentido Acosta explicó que en los últimos meses se ha logrado determinar que la economía de Payandé es muy activa, logrando que más de 3 mil vehículos lleguen en promedio durante los fines de semana para disfrutar de sus Cascadas de Chicalá, los balnearios del río Luisa y diferentes casas de descanso que requieren un sistema de acueducto adecuado para ofrecer un servicio de buena calidad.

“Le estamos apuntando a ser una obra que llegue de puertas para adentro, que beneficie a todas las edades y todas las condiciones sociales de nuestro corregimiento. Esta es una de las obras más importantes de nuestro Gobierno, el corregimiento de Payandé merece tener las mismas condiciones de salubridad que el caso urbano de San Luis”, recalcó el mandatario.