Crece la controversia por la muerte de monos en reserva de Planadas
- por Kelly Perdomo
El ambientalista Edwar Avilés contradice la versión oficial de Cortolima sobre los hallazgos en la reserva forestal de Berlín.
La polémica por los monos hallados sin vida en la reserva forestal de Berlín, en Planadas, Tolima, se intensifica tras las declaraciones del ambientalista Edwar Avilés, quien refuta la información divulgada por la directora de Cortolima y el alcalde de Planadas.
Avilés, protector del área, afirmó que los datos proporcionados a la directora de Cortolima por sus funcionarios durante su visita a la zona de conservación de Berlín y veredas aledañas no reflejan la realidad.
Según el ambientalista, en las veredas Brasil, Armenia Parte Alta y Berlín no se realizó una verificación exhaustiva del número total de monos muertos. El defensor del medio ambiente enfatizó que cada reporte de un primate fallecido se realiza tras un cuidadoso monitoreo y verificación, respaldado por pruebas fotográficas.
En este sentido, cuestionó las acusaciones de falsedad vertidas contra su labor, argumentando que las autoridades no llevaron a cabo un trabajo completo en el terreno.
Avilés narró el procedimiento seguido tras encontrar dos monos muertos, los cuales fueron reportados de inmediato. Posteriormente, tres funcionarios de Cortolima se presentaron en la zona, recogieron los cuerpos de los animales y se retiraron, desmintiendo así una supuesta permanencia de dos días por parte de la corporación ambiental.
El ambientalista también expresó su desacuerdo con la credibilidad que el alcalde de Planadas otorga a su director local de salud. Si bien reconoció los cuatro casos confirmados de fiebre amarilla en los monos, advirtió sobre la existencia de una mortalidad mayor de individuos que no se está reconociendo. Por ello, planteó la interrogante sobre las razones para ocultar las muertes adicionales detrás de los casos positivos.
La comunidad local ha manifestado su indignación ante lo que consideran un intento de minimizar la gravedad de la situación, ya que han sido testigos directos de la muerte de los primates y han realizado las verificaciones correspondientes.
Avilés señaló la sorpresa de la comunidad ante las declaraciones públicas de las autoridades, emitidas sin una certeza oficial sobre la magnitud de la mortalidad en la zona.
Finalmente, hizo un llamado a la unión de esfuerzos para proteger la salud humana y la biodiversidad del territorio. Recordó los ocho años de trabajo de conservación liderados por las comunidades con escasos recursos y rechazó enérgicamente las acusaciones de mentira. Subrayó que la conservación se construye con la participación de las comunidades, como se ha venido haciendo de manera articulada en varias veredas, conformando la Reserva Natural de la Sociedad Civil.