Campesinos que viajan desde lejos, adultos mayores sin un lugar digno para esperar y pacientes que madrugan sin garantía de ser atendidos.

rece la indignación por las condiciones en las que son atendidos los usuarios de la Nueva EPS en la sede de Disfarma, en el municipio de Líbano. Jaime Acosta, líder del corregimiento El Convenio, denunció públicamente los constantes atropellos que viven los pacientes, especialmente los adultos mayores y campesinos que deben viajar desde veredas lejanas.

Según Acosta, los usuarios deben esperar hasta cinco horas para recibir sus medicamentos, y en ocasiones se quedan sin atención por fallas en el sistema o por falta de internet. “Llegamos a las nueve y entregan a las doce y media. O vamos a las diez y a las tres de la tarde ya no hay sistema”, expresó.

La situación es aún más crítica por la ausencia de baños, incluso para personas con condiciones delicadas de salud. “Ni para los adultos mayores, ni para discapacitados, ni para quienes sufren de próstata o de problemas de sangre. Es una falta total de dignidad”, reclamó Acosta.

Además, el líder social cuestionó la falta de control por parte de las autoridades. “¿Dónde están los entes de control? ¿Dónde está la Personería, la Alcaldía? Nadie responde”, dijo.

La denuncia refleja una problemática estructural que ha generado múltiples quejas, sin que hasta el momento se evidencien soluciones efectivas para mejorar la atención en salud en esta zona del departamento.