La tragedia que no se olvida, se conmemoran 37 años de la desaparición de Armero

por Natalia Gutiérrez

Miles de familiares aún recuerdan esta trágica fecha con un dolor en su alma.

traedia de armero

Una trágica fecha se conmemora hoy para los tolimenses y colombianos, que año a año recuerdan la noche de aquel 13 de noviembre de 1985, cuando  Colombia vivió una de las peores tragedias de su historia, luego que una avalancha de piedra y lodo bajara del nevado del Ruiz arrasando, acabando y sepultando con el municipio de Armero, siendo ese en ese entonces el pueblo más próspero del Tolima, recordando que contaba con 5 entidades crediticias y a diario el comercio movía más de 400 millones de pesos.

Sin embargo, esta lamentable tragedia cambió la historia de los armeritas de una manera fatídica, cuando a las 11 de la noche de aquel 13 de noviembre la avalancha acabó con la vida de unas 25.000 personas que dormían, donde no se salvó ni el alcalde de Armero, Ramón Antonio Rodríguez, al que todos por cariño le decían ‘Moncho’ y quien pidió a los habitantes desocupar sus casas porque el volcán era ya una bomba de tiempo.

Hay que recordar, que el mandatario en ese entonces, hizo cientos de anuncios a los habitantes e integrantes del congreso, para que se revisara la situación y se evacuaran a las personas, teniendo en cuenta que se podría presentar esta tragedia, llamados que fueron ignorados por todos, incluso el presidente de la República de la época, Belisario Betancourt.

A la fecha, los expertos en volcanes, afirman que el desastre se dio por un deshielo del nevado del Ruiz, un volcán a 5.322 metros de altura compuesto por capas de lava endurecida, piroclastos y cenizas volcánicas que se ubica entre Tolima y Caldas y al que se accede principalmente por Manizales, teniendo en cuenta que este arrojó gases, materiales y aire atrapado caliente que derritieron un casco de nieve y produjeron una avalancha cargada de agua, piedras, escombros y lodo que bajó a unos 60 kilómetros por hora por todo el cauce del río Lagunilla.

La historia indica, que la avalancha arrasó finalmente con 4.200 viviendas, destruyó 20 puentes y acabó las vías sin que nada quedara útil. Armero tenía 42.000 habitantes y el número de muertos pasó de 25.000, convirtiéndose en una verdadera tragedia para el departamento y el país.

Algunas historias son más recordadas que otras, entre ellas la de Omaira, quien se convirtió en símbolo de la tragedia y adquirió reconocimiento mundial pues pasó tres días atrapada entre el pesado lodo y escombros de su casa que se fue al suelo esa fatídica noche. Allí, organismos de socorro y cientos de personas intentaban ayudar a la niña a salir de los escombros, sin embargo, a pesar de los esfuerzos la pequeña murió en medio de la vista de quienes hacían este esfuerzo.

Es por eso, que la tumba de Omaira es el lugar favorito de los visitantes al hoy llamado campo santo, allí, las personas encienden veladoras para mantener viva la llama de la esperanza en medio del dolor.

Hoy, 37 años después, se llevará a cabo la tradicional conmemoración, llevando a cabo distintas eucaristías, recorridos, sumando a esto algunas actividades alternas para los visitantes, desde las 8 de la mañana.