Las basuras de cerca de 23 mil habitantes de Ataco, son vertidas en el relleno sanitario ubicado en la Vereda San Rafael que está a punto de culminar su vida útil.

De acuerdo con Cortolima, en el sitio se disponen 60 toneladas de residuos al mes, ocasionando impactos ambientales negativos al agua, suelo y aire, la afectación paisajística y la proliferación de vectores y enfermedades, por lo que la corporación ordenó el plan de cierre, abandono y recuperación morfológica del botadero a cielo abierto de ésta localidad

Jader Ochoa, alcalde de esta población informó que, se iniciaron las actividades de control del basurero con el objetivo de minimizar el impacto que se genera a la comunidad y el medio ambiente, aunque se siguen disponiendo los residuos en la zona.

Se espera que una vez termine el estudio, se permita seguir utilizando el botadero bajo normas sanitarias que permitan disminuir la contaminación.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional