Los actos violentos generaron el rechazo de las autoridades y comunidad universitaria.

La tranquilidad del campus central de la Universidad del Tolima se vio abruptamente interrumpida este jueves, 13 de marzo, cuando un grupo de encapuchados protagonizó disturbios que culminaron en daños significativos a las instalaciones. El principal punto de conflicto fue la zona de ingreso, donde los manifestantes destruyeron torniquetes, sensores de paso para personas con discapacidad y cámaras de video.

Testigos presenciales y videos compartidos en redes sociales capturaron el momento en que los jóvenes, algunos portando palos, irrumpieron en la entrada del campus al grito de "¡Estudiantes en la lucha, estudiantes al poder!". La escena dejó a la vista torniquetes destrozados y paredes rayadas, reflejando el caos vivido durante la jornada.

El rector de la Universidad del Tolima, Omar Mejía, utilizó su perfil en la red social X para condenar enérgicamente los hechos, confirmando además la presencia de artefactos explosivos durante los disturbios.

"Un grupo de personas encapuchadas causó temor a la comunidad con artefactos explosivos y afectó el patrimonio de nuestra alma mater", expresó el rector. Mejía enfatizó que "el accionar de unos pocos no representa el espíritu ni los valores de nuestra comunidad académica" y reafirmó el compromiso de la universidad con el diálogo pacífico, rechazando rotundamente la violencia.

La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, se sumó a las voces de rechazo, condenando la violencia en el campus y subrayando la importancia de preservar los espacios académicos como lugares de conocimiento e innovación. "No podemos permitir que nuevamente las voces del terror, el odio y la violencia coopten los espacios académicos que deben ser para el conocimiento, la investigación, la ciencia y la innovación", declaró la gobernadora.

La Universidad del Tolima emitió un comunicado oficial expresando su rechazo a los actos vandálicos y haciendo un llamado a la comunidad universitaria y a la ciudadanía en general para repudiar estas acciones que, según la institución, afectan la integridad de la universidad y generan estigmatización sobre su labor y compromiso con la sociedad.