En el hecho acusan que presuntamente un teniente es cómplice de los delincuentes.

Las víctimas fueron un grupo de adolescentes que fueron robados e intimidados, los supuestos malhechores se alzaron con varios artículos de gran valor.

Según narró una joven que guardó su identidad por seguridad, ella junto con un grupo de compañeros transitaban por los lados del conjunto residencial La Balsa, cuando fueron interceptados por dos mujeres, una de ellas se presentó como "Sara" la dealer de la zona.

Según la descripción que hizo la denunciante, Sara tenía la cara delgada, cejas pintadas y un lunar grande al pie de la boca y la otra  mujer era bajita, estaba como embarazada y tenía un piercing en el lado izquierdo de la nariz.

La supuesta dealer les preguntó a los jóvenes si sabían quién estaba vendiendo los porros de la zona, pues  la mujer aseguró que ella era la expendedora de drogas del lugar, que le pagaba al teniente de la Policía y que un grupo de jóvenes estaban intentando quitarle el trabajo de ella pero que no se iba a dejar, los adolescentes asustados por sucedido le manifestaron que no vivían en la zona por lo que no tenían información sobre lo que ella preguntaba,  querían irse pero no los dejaban.

Cuando intentaron continuar su camino un hombre se les atravesó y los empezó a tratar mal, los amenazó con arma de fuego y  les quitó sus pertenencias, entre los objetos que se llevaron los celulares, computadores, dinero y joyas. 

Finalmente intentaron recibir ayuda de un cuadrante que estaba en la bomba de gasolina del vergel pero los uniformados les manifestaron que no podían hacer nada y que pusieran la denuncia.