¡Armero vive! Olga B pide al Congreso convertir la zona en la "Pompeya Colombiana"

por Kelly Perdomo

Sobreviviente de la tragedia de 1985, la congresista del Tolima exigió al Estado recuperar la memoria, el legado y la cultura de la "ciudad olvidada" mediante el desarrollo de un proyecto turístico, cultural y ambiental.

Olga B

En el marco de la conmemoración de la tragedia de Armero, la representante a la Cámara por el Tolima, Olga Beatriz González, intervino ante el Congreso de la República para ofrecer su testimonio como sobreviviente y exigir acciones concretas al Estado colombiano.

La congresista recordó vívidamente la noche del 13 de noviembre de 1985: "una noche oscura, una noche lúgubre", donde la ceniza y el olor a azufre inundaron el norte del Tolima. González, quien en ese momento era presidenta de la Defensa Civil de La Dorada (Caldas), narró cómo la población no presagiaba la desaparición de 25.000 personas, pensando apenas en una pequeña inundación del río Lagunilla.

Cuatro décadas después, González denunció el olvido estatal: "Hoy Armero es prácticamente una ciudad desaparecida, ya ni las ruinas existen, hoy Armero se la comió la manigua, hoy Armero es la ciudad olvidada de Colombia".

Con gran fervor, la representante solicitó a los colombianos y a los gobiernos hacer realidad el sueño de convertir a Armero en la "Pompeya colombiana", similar al sitio arqueológico de Italia. El objetivo es que la zona se transforme en una ciudad turística, cultural y ambiental que pueda "recoger la memoria, la cultura, el legado y su historia" de lo que fue en su día un pueblo próspero.

Como coautora de las Leyes 1632 y 2505, González instó al Congreso a dar vida a estas normativas para recuperar el territorio y sus tradiciones. Subrayó que, como sobreviviente que vio morir a la icónica niña Omayra, habla con la pasión de quien experimentó el dolor.

Finalmente, la congresista concluyó que impulsar la recuperación del norte del Tolima a través del turismo, el empleo y la economía es un deber de todos, y enfatizó la necesidad de que las nuevas generaciones asuman el compromiso de "recuperar la memoria" de los armeritas.