Tribunal Superior de Bogotá absolvió al expresidente Álvaro Uribe en caso por soborno a testigos
- por Yudy Vallejo
La decisión revierte parcialmente la condena de 12 años de prisión domiciliaria dictada en primera instancia.

En una jornada judicial de alto impacto político y mediático, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá anunció la absolución del expresidente Álvaro Uribe Vélez en los capítulos relacionados con los exparamilitares Carlos Enrique Vélez, alias “Víctor”, y Eurídice Cortés, alias “Diana”. Según el fallo, la Fiscalía no logró demostrar que el exmandatario o su abogado, Diego Cadena, hubieran ofrecido dinero o beneficios a los testigos para cambiar su versión.
El magistrado ponente, Manuel Antonio Merchán, explicó que el análisis probatorio no permitió establecer con certeza la existencia de una conducta delictiva atribuible a Uribe en estos dos casos. En consecuencia, el tribunal consideró que debía dictarse fallo absolutorio.
Asimismo, la corporación declaró ilegal la interceptación telefónica realizada por la Corte Suprema de Justicia en 2018, al determinar que vulneró el derecho a la intimidad del entonces senador, pues no existía una investigación formal que lo tuviera como objetivo. No obstante, consideró válidas las comunicaciones interceptadas entre Uribe y su abogado Cadena, al configurarse la excepción legal al secreto profesional cuando se investiga la posible comisión de un delito.
El fallo no implica una absolución total, ya que los magistrados mantienen en firme otros aspectos del proceso que continúan en revisión. Sin embargo, esta decisión representa un giro significativo en el caso más emblemático que ha enfrentado el expresidente ante la justicia colombiana.
La defensa de Uribe celebró la decisión como un avance en la demostración de su inocencia, mientras que la Fiscalía deberá decidir si recurre o no la sentencia mediante recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia. El tribunal enfatizó que las interceptaciones sin sustento legal atentan contra los derechos fundamentales y socavan la confianza en el Estado de derecho.
