“Llevo 40 cirugías reconstructivas y en dos me revivieron”: la historia de Natalia Ponce de León

por Daniel Garcia

La bogotana, víctima de un brutal ataque con ácido en su rostro en marzo de 2014, compartió su historia y el proceso de renacer tras este traumático suceso, destacando sus logros, retos y cómo ha venido convirtiéndose en un ejemplo de superación en el país.

Natalia ponce

El pasado 27 de marzo de 2014 es una fecha en el que la vida de Natalia Ponce de León, una mujer bogotana sufrió un brutal ataque con ácido por parte de su ex pareja Bernardo Londoño, dejándola en grave estado de salud y luchando por su vida.

En diálogo exclusivo para Ondas de Ibagué, relató que la semana anterior cumplió un año más de la prueba más difícil para ella y su familia, cómo fue volver a renacer tras ese episodio que marcó y conmovió a todo el país.

“Renací de las cenizas, han sido 11 años de crecimiento mental, espiritual, una transformación física, porque perdí mi identidad y ha sido todo un proceso de sanar mi alma y entender el poder del perdón y la mente”.

Y añadió que “mi esencia cambió, pero sigue siendo la misma, hay un antes y después. Mi vida cambió 180 grados ese 27 de marzo de 2014, yo antes creía que la violencia jamás tocaría las puertas de mi casa. Estudié Medios Audiovisuales y me incliné por Producción y Dirección de Cine, viví en Londres tres años y regresé a Colombia a trabajar en la empresa de mi mamá”.

en cabina ponce

Como todo proceso señaló que no fue fácil, pero con apoyo logró empezar a afrontar la realidad que la vida le tenía para su vida y hoy el contar su historia muestra la resiliencia de cómo se puede salir de las adversidades.

“Soy víctima de un ataque con ácido, decidí no vivir como una víctima, porque la peor desgracia que existe en la humanidad y es vivir el resto de la vida lamentándose de sus propias desgracias. Me llené de mucha rabia, porque alguien vino a atentar contra mi vida y la de mi familia, pero era normal esas emociones de irá, odio, rabia y miedo, entonces ha sido un proceso de sanar eso”.

También sostuvo que “no ha sido un camino fácil, es posible ser resiliente, porque yo tenía dos opciones en mi vida, una era quedarme en esa cama sufriendo y llorando o coger el camino de pararme y convertirme en una persona victoriosa. No me quede como una víctima y encontré un aprendizaje grande y encontré mi misión de vida”.

Entre esos logros que empezaron a cristalizarse en medio de la incertidumbre que la agobiaba fue el no perder la visión, algo que le dio fuerza para construir su historia de superación.

“El primer logro fue pararme de esa cama y salir adelante, no haber quedado ciega porque me cayó mucho acido en los ojos y le pedí mucho a Dios que si quedaba ciega no quería seguir con mi vida y ese milagro se cumplió, porque yo creo que soy un milagro”.

Además, destacó que cuenta con una fundación y se logró una Ley de la República para aumentar la condena de quienes generan estos hechos en Colombia.

“Logré constituir la Fundación Natalia Ponce de León al año de haber sido víctima y a los dos años había una ley a mi nombre tipificando los ataques con agentes químicos como un delito autónomo aumentando sus penas de 30 a 50 años”.

Pero como todo proceso, vivió momentos difíciles y esas han sido las operaciones de reconstrucción, incluso en dos de ellas tuvo que ser reanimada.

“La quemada fue muy dura, llevo 40 cirugías reconstructivas y anestesias generales, pero mi mente bloqueó esos momentos dolorosos. Yo me fui en dos cirugías, me tuvieron que revivir completamente, estaba muy débil y les tocó sacarme de esa sala y pasé por momentos dolorosos y mucho miedo”.

Ponce de León expone que en muchos momentos la zozobra que la aquejaba a ella y su mente, generan momentos de tensión. “La incertidumbre era saber si quedaría ciega, desfigurada, porque todo mi rostro y el 37% de mi superficie corporal fue quemado, pero ha sido un proceso más lindo que feo”.

Sobre su vida personal en la actualidad, la lleva con normalidad, disfruta viajar y estar con su familia, vive sola con su gato. Ha tenido parejas sentimentales y se encuentra soltera, pero logró rehacer su vida.

Finalmente, envió un sentido mensaje en el que plantea la relación entre el dolor que se puede vivir por una situación y el sufrimiento.

“El dolor todos lo vamos a vivir en la vida, hay que llorarlo, sentirlo y vivirlo, pero el sufrimiento es opcional, entonces el mensaje es agarrar el dolor y vivirlo, pero no quedarse en el sufrimiento”, concluyó.