El ahora exdirector administrativo de educación cumplió con los requisitos legales, pero información externa sobre su historial obligó a su renuncia irrevocable.

El pasado viernes 14 de febrero, la Alcaldía de El Espinal, Tolima, vivió un episodio que puso a prueba sus protocolos de contratación y su compromiso con la transparencia. Jairo Andrés Mondragón se posesionó como director administrativo de educación tras un riguroso proceso de verificación de antecedentes, el cual arrojó que no presentaba inhabilidades, sanciones ni responsabilidades fiscales o penales. Sin embargo, horas después de su nombramiento, información externa reveló aspectos de su pasado que no habían sido detectados en los sistemas oficiales.

Angélica María Guzmán Urjuela, directora administrativa de Talento Humano de la Alcaldía, explicó que el proceso de selección se llevó a cabo de manera minuciosa y conforme a la ley. "Se verificó cada requisito, incluyendo el registro nacional de inhabilidades para delitos sexuales contra menores, tal como lo exige la Ley 1918 de 2018. En ningún momento se encontraron irregularidades", afirmó Guzmán.

No obstante, al conocerse información adicional sobre el pasado de Mondragón, la Alcaldía actuó de manera inmediata. Guzmán se comunicó urgentemente con el alcalde Wilson Gutiérrez Montaña, quien solicitó la renuncia irrevocable del funcionario. "La Alcaldía de El Espinal está comprometida con la integridad y el bienestar de los ciudadanos. No permitiremos que situaciones como esta empañen nuestro trabajo", aseguró Guzmán.