Humberto Grisales Higuita, en el 2012 aprovechó que trabajaba como conductor de ruta, para secuestrar a una niña de 7 años y mantenerla cautiva durante 12 años en los que la abusó de todas las formas posibles.

El infierno inició en Medellín hace más de una década, cuando la pequeña desapareció sin dejar rastros, su familia desesperada la buscó por todos los medios posibles, pero terminaron por darla por muerta.

Grisales Higuita se había ganado la confianza de la menor y sus padres, actuando de forma protectora y por eso no sospecharon de él.

Tras captarla, le cambió el nombre y se la llevó al municipio de Bello donde la mantuvo encerrada por años, y dónde empezó a abusarla sexualmente haciéndole creer que era ‘normal’ además la mantenía manipulada y bajo constantes amenazas psicológicas.

Pocos meses después decidió trasladarla a una finca por la constante presión de las autoridades y allí, incomunicada y maltratada, pasaron 9 largos años de tortura.

Cansada y un poco más madura para entender la situación la pequeña de ahora 16 años, enfrentó a su captor , pero solo consiguió que este hombre la trasladará de nuevo y la encerrará en el cuarto de una casa donde tuvo que pasar otros 3 años, hasta conseguir una oportunidad para escapar y denunciar a su secuestrador.

Carlos Humberto Grisales Higuita, fue imputado por varios delitos, entre ellos secuestro simple y acceso carnal abusivo con menor de 14 años. El detenido no se allanó a ningún cargo pero fue enviado a prisión.