La Incertidumbre de esta familia por la desaparición de un niño ibaguereño de 7 años de edad, quien salió en compañía de su progenitora, a inicios de este año rumbo a Pereira, y de quienes se desconoce su paradero, ha marcado su diario vivir.

Diana Marcela Llanos, una joven madre de tres menores de edad, salió de Ibagué a busca de una nueva vida, en compañía de su actual pareja sentimental, Juan David Bautista Trujillo, con quien al parecer vivía una vida desenfrenada, llena de excesos, de rumba, alcohol y consumos de sustancias psicoactivas, como lo relatan los familiares del menor desaparecido Juan Manuel Lozano.

Diana Marcela Llanos, sostuvo una relación con un hombre con quien tuvo tres hijos, dos niñas y un varón, el hombre quien infortunadamente cayó en el flagelo de la drogas, vive hoy como habitante en estado calle en esta ciudad, razón por la cual su familia se hizo cargo, de la joven madre.

Según relatan los familiares paternos del menor de edad, Diana Marcela Llanos, por querer llevar una vida diferente, entregó sus dos hijas a las abuelas, una menor vive en Ibagué en la  casa paterna, y la otra vive en Pereira en la casa materna, y ella se quedó con el niño de 7 años, con quien hoy están desaparecidos.

Lo último que se supo de la pareja y el menor de edad, fue por comunicación con la señora que les arrendo una habitación en la ciudad de Pereira, quien les aseguró que los jóvenes habían salido en compañía del menor de edad y nunca más regresaron, dejando todas sus pertenecías allí.

Ellos guardan la esperanza, que se encuentren bien de salud, que no les haya pasado nada y que la versión de que estarían trabajando en una finca en el Valle del Cauca, sea cierta, esta es una de las tantas versiones que tienen de su posible paradero.

La familia del menor Juan Manuel Lozano, solicita ayuda a los colombianos de buen corazón,  en Tolima, Risaralda,  Quindío, Valle del Cauca, donde según algunas versiones extra oficiales los han visto, les brinden cualquier tipo de información, para ir por ellos y regresarlos a su hogar.

Por: Fernando González, periodista judicial.