El lamentable caso ocurrió en las últimas horas en la vía que del corregimiento Juncal conduce a Aguachica, en el departamento del César,  donde la víctima resultó ser Tatiana Aragón, una ibaguereña de 16 años de edad, quien viajaba como "guerrera" en compañía de varios de sus amigos, cuatro en total, hinchas del Deportes Tolima, con quienes regresaba de Bucaramanga, luego de acompañar al equipo pijao en el empate 1-1 con el onceno leopardo.

Durante el viaje los tolimenses decidieron desviar su camino para la Costa Norte de Colombia a disfrutar un par de días, pero en el viaje fueron atacados por varios hinchas del Atlético Nacional, quienes subieron al tractocamión donde viajaban estos "guerreros" tolimenses, y sin piedad, asesinaron a la joven ibaguereña, a quien le propinaron un machetazo, y luego, del tráiler la lanzaron al pavimento falleciendo en el lugar de los hechos.

Una vez cometieron el crimen estos mal llamados seguidores del fútbol profesional colombiano, escaparon del lugar dejando la sombra de la muerte en un viaje que inició desde Ibagué con muchas expectativas y con el único objetivo de conocer y de ver ganar a su equipo amado.

Las autoridades que realizaron la inspección técnica al cadáver no confirmaron la identidad de la joven quedando como NN, tras no cargar sus documentos, pero en el reporte que entregaron los del grupo de Criminalística se señalaba a una joven mujer, de aproximados 19 años de edad, con dos tatuajes, uno en el antebrazo izquierdo que decía Daniel y en el antebrazo derecho el nombre de Mayron.

La joven no alcanzó su mayoría de edad, murió en lo que le gustaba, viajar con la ilusión de ver jugar al Deportes Tolima. De los cuatro que viajaron a esa aventura por el norte del país, tan sólo regresaron dos, con algunas cortadas como resultado del ataque de los paisas y se conoció que el cuarto, conocido como “Pirulo”, se encuentra desaparecido.

Para hoy se espera que entreguen el cuerpo de Tatiana Aragón, para ser trasladado a la capital tolimense, donde serán sus exequias.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.