Tras el sablazo que le envió a la mandataria de los tolimenses, la alcaldesa reculó y llamó a la unidad, lo que podría confirmar una posible ruptura entre ambas gobernantes.

Tras el fuerte sablazo que la alcaldesa de Ibagué, Johana Ximena Aranda a la gobernadora del Tolima Adriana Magali Matiz, en el que solicitó apoyo para la malla vial enviándole un fuerte sablazo para invertir y ayudar a solucionar dicha problemática en la ciudad.

Luego de su intervención, Aranda habría reculado y no fue vehemente, por el contrario retomó el discurso que ha mantenido pese a las diferencias que hay entre las estructuras políticas que cada mandataria representa.

“No es que me sienta, es que sé que estamos gobernando dos mujeres y estamos llamadas a unir y reconciliar una ciudad a darnos la mano para sacar adelante una ciudad”.

Además, pidió a Adriana Magali Matiz ayuda para avanzar en la recuperación de más tramos viales, ya que reconoció que sin recursos del orden departamental no será suficiente.

“Hoy mi llamada es gobernadora la necesito, necesito que nos unamos a sacar adelante esta ciudad que es la capital de este departamento que tiene un problema histórico y que sola no voy a poder”.

Por último, acotó que “el llamado es para todos, dejemos de odiar y empecemos a construir una ciudad maravillosa que está saliendo adelante, es un trabajo en equipo, de otra manera no se puede”.