La derrota del candidato oficialista a la Corte Constitucional desencadenó una petición de renuncia para tres ministros clave, como primera señal de un cambio profundo en la coalición del Gobierno.

La elección del senador Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, con 62 votos frente a los 41 obtenidos por María Patricia Balanta la candidata impulsada por el Ejecutivo, desencadenó una crisis política inmediata. Fuentes oficiales confirmaron que la directora del DAPRE, Angie Rodríguez, solicitó las renuncias de los ministros de Trabajo, Antonio Sanguino (Alianza Verde); Comercio, Diana Morales (Partido Liberal); y TIC, Julián Molina (Partido de la U).

Para el presidente Petro, la derrota evidenció una ruptura en la coalición de Gobierno del Senado, situación que él mismo describió como un “rehacer completo” de las alianzas con nuevos objetivos.

Con el remezón ministerial, el Ejecutivo parece dar un giro hacia perfiles más alineados con su proyecto político, marcando un alejamiento de los partidos tradicionales que dejaron en evidencia su falta de apoyo en un momento clave. Esta situación abre una nueva etapa de tensión política en el Congreso, en la que el Gobierno deberá renegociar respaldos y recomponer su estrategia, justo cuando tiene pendiente sacar adelante reformas significativas que dependen tanto de la Corte Constitucional como del Legislativo.