Desgarrador: Así fue cómo un padre le quitó la vida a sus dos pequeños niños en una cruel venganza

por Yudy Vallejo

Santi Esteban y Susan Camila pagaron con sus vidas el deseo de su madre de alejarlos de un padre violento que los maltrataba. Estos son los terribles detalles de su asesinato revelados por la autopsia.

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La madrugada del 28 de octubre en el barrio Las Ferias de Engativá, Bogotá, fue escenario de uno de los crímenes más perturbadores que el país ha conocido.

Darwin Beltrán, padre de los pequeños Santi Esteban y Susan Camila, habría acabado con la vida de sus propios hijos en un ataque despiadado en venganza porque su esposa lo había dejado por maltratador.

Una terrible muerte a golpes y cuchilladas

Los reportes de Medicina Legal indican que los niños, de 4 y 7 años, murieron bajo condiciones de extrema violencia y sufrimiento.

Los cuerpos de los menores mostraron signos de haber sido atacados de formas distintas: mientras que Santi Esteban fue golpeado de manera brutal, Susan Camila sufrió varias heridas producidas con un arma cortopunzante.
El lugar del crimen, una vivienda ubicada en el barrio Las Ferias, se encontraba visiblemente alterado, con intentos de limpieza que no lograron ocultar las huellas del horror.

Vecinos y testigos declararon ante la Fiscalía que el propio Beltrán confesó el crimen en varias ocasiones. Según los relatos, los habitantes del sector escucharon ruidos de alteración y, al acudir, vieron a Beltrán junto a los cuerpos de los niños a través de una ventana, pues el hombre dejó las cortinas abiertas mientras cometía el atroz crimen.

Los vecinos intentaron intervenir e intentaron tumbar la puerta, pero cuando por fin lograron ingresar ya era tarde. "Escuchamos el alboroto y pensamos que algo andaba mal; cuando logramos entrar, ya no había nada que hacer", contó Leonardo Molina, uno de los vecinos que presenció el doloroso momento.

Según Molina, la escena parecía preparada: "Todo estaba trapeado, como si hubiera intentado limpiar las evidencias, y los niños yacían en la cama, sin vida".

Un falso arrepentimiento

Las autoridades también hallaron en el lugar una nota escrita por el propio Beltrán en la que, de manera irónica, dejaba escrito: "Los amo". Junto a esta carta, encontraron el arma con la que, presuntamente, atacó a Susan Camila, además de otras pruebas que ya fueron enviadas a los laboratorios de la Fiscalía General de la Nación.

La madre de los niños y expareja de Beltrán llegó al lugar tras haber salido de una tienda cercana y fue quien descubrió la escena, siendo recibida por la desgarradora imagen de sus hijos.

Testigos indicaron que Beltrán le mostró uno de los cuerpos a través de la ventana antes de que ella ingresara a la vivienda. En medio del dolor y la impotencia, vecinos que presenciaron la tragedia intentaron linchar al presunto asesino antes de que llegara la policía.

Durante la captura, Beltrán confesó el crimen tanto a los vecinos como a los agentes que acudieron a la escena. Posteriormente, justificó sus acciones alegando un supuesto “cuadro de locura” relacionado con un trastorno bipolar y la falta de medicación, versión que ahora deberá ser verificada por peritos psiquiátricos. A pesar de su confesión inicial, en el interrogatorio ante la Fiscalía se declaró inocente de los cargos.

¿Qué pasará ahora?

Las pruebas acumuladas contra Beltrán incluyen videos de cámaras de seguridad, testimonios de los vecinos y de la madre, declaraciones de los testigos que vieron al padre junto a los cuerpos de los menores y la confesión que hizo en el momento de su captura.

Además, el historial de violencia intrafamiliar de Beltrán añade un nuevo elemento que sostiene la teoría de que el crimen pudo haber sido motivado por un intento de venganza hacia su expareja, quien se había separado de él recientemente debido a su comportamiento agresivo.

El presunto parricida enfrenta ahora cargos de homicidio agravado, con una pena que podría alcanzar hasta los 50 años de prisión.

Por ahora sería trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, donde están recluidos los peores criminales del país.