La mujer fue dejada a disposición de las autoridades competentes, quienes establecerán el tipo de responsabilidad que conlleva la captura por el delito de desaparición forzada.

Adriana Paz, madre de la pequeña Eileen Scarlet Paz, fue capturada cinco meses después de la misteriosa desaparición de su hija en Roncesvalles, Tolima. La detención, realizada por el Gaula de la Policía en Palmira, llevó a que un juez le impusiera una medida de aseguramiento en su residencia debido a su estado de embarazo.

La niña, de tan solo dos años, desapareció el 5 de abril mientras se encontraba en una finca de la zona rural de Roncesvalles, en el municipio del mismo nombre. La menor vivía con su madre y su padrastro, Brayan Esteban Lozano, en un área entre las veredas Cedral y Agua de Dios.

El Mayor Óscar Mauricio Rojas, comandante del grupo Gaula de la Policía Tolima, explicó que la investigación conjunta del CTI Gaula y la Policía permitió recolectar pruebas contundentes. Estas pruebas sugieren que la niña estaba bajo el cuidado de su madre y su padrastro en el momento de su desaparición. "Ese día, la niña había mantenido una videollamada con su abuela antes de salir a sembrar frijol junto al compañero sentimental de su madre, y desde entonces no se ha vuelto a saber de ella", detalló Rojas.

Las labores de búsqueda, que se extendieron durante diez días en la zona indicada por la madre, no encontraron indicios de que hubiera habido presencia de personas ajenas al núcleo familiar en el lugar. Las pruebas técnicas también demostraron que la niña estuvo todo el tiempo bajo el cuidado de su madre y su padrastro, descartando así la posibilidad de un secuestro.

Durante las audiencias judiciales, la madre de Eileen negó su responsabilidad en la desaparición de la niña. Sin embargo, debido a su avanzado estado de embarazo, el juez decidió que permanecerá privada de libertad en su domicilio mientras continúa el proceso judicial en su contra.

La investigación también ha revelado que Eileen pudo haber sido víctima de violencia física y psicológica, razón por la cual una fiscal de Rovira (Tolima) imputó cargos en abril pasado a Brayan Esteban Lozano por el delito de violencia intrafamiliar. Lozano permanece recluido en un centro carcelario.