Finalizada la audiencia preliminar de solicitud de suspensión de medida de aseguramiento por vencimiento de términos, la juez no entregó aun la decisión sobre la solicitud.

Tras la culminación de la audiencia preliminar que evaluaba la solicitud de suspensión de la medida de aseguramiento por vencimiento de términos presentada por la defensa del exsacerdote Fredy Martínez, la juez encargada aún no ha emitido un veredicto definitivo sobre el futuro del detenido mientras continuo el proceso del juicio.

La audiencia, llevada a cabo en el Juzgado Séptimo de Control de Garantías de Ibagué, se inició puntualmente a las 9:05 de la mañana. La solicitud de la defensa buscaba el vencimiento de términos de la medida de aseguramiento impuesta al controversial exsacerdote, quien enfrenta cargos por enriquecimiento ilícito y acceso carnal violento.

La juez Séptima de Control de Garantías decidió que la audiencia debía desarrollarse de manera privada, tomando en cuenta la naturaleza de los delitos sexuales imputados y la necesidad de preservar la privacidad y dignidad de las víctimas, evitando así cualquier forma de revictimización.

Este caso, que se inició en el año 2021 y que actualmente se encuentra en la etapa de juicio, tiene fechas clave próximas: se retomará los días 14 y 21 de noviembre. Sin embargo, la reciente reasignación de la fiscal encargada del caso ha introducido un nuevo componente en el proceso, ya que su sucesor aún se está familiarizando con los detalles de este complejo litigio.

Respecto a la solicitud presentada por el bufete de abogados Mario Iguarán, que representa a la defensa del exsacerdote, la juez escuchó los argumentos de ambas partes durante la audiencia. Sin embargo, no tomó una decisión inmediata y anunció que el próximo 19 de septiembre se dará a conocer el fallo que determinará si Fredy Martínez continuará en prisión o si se impondrá alguna otra medida restrictiva.

Las acusaciones contra Martínez cuentan con el respaldo de más de 30 testigos. Las víctimas, cuya preocupación es palpable, temen que el proceso legal se extienda aún más en el tiempo. Dado que un juicio de esta naturaleza podría prolongarse por más de dos años debido a la multiplicidad de testimonios involucrados, existe el temor de que el exsacerdote pueda quedar en libertad sin haber enfrentado un juicio completo y justo.

Los ibaguereños siguen de cerca el desarrollo de los eventos mientras esperan el fallo que determinará el destino del acusado y la trayectoria de este caso en el sistema judicial.