La diligencia virtual fue presidida por un juez penal del circuito de Ibagué, a finales de la semana pasada, cuando la decisión quedó en firme, por lo que el condenado permanecerá privado de la libertad en la cárcel COIBA, de  Picaleña, en la ciudad.

Los hechos motivo de la sentencia ocurrieron en el año 2011 en la casa donde residía el hombre con sus hijas y su esposa, la madre de las pequeñas.

Según las entrevistas a las menores víctimas, el padre las agredía física y sexualmente mientras dormían, y aprovechaba cuando su progenitora no se encontraba en la casa. Inicialmente los abusos empezaron con tocamientos, pero después el hombre accedió carnalmente a una de las niñas.

La menor de las hermanas tenía para la época de los hechos 10 años, mientras que mayor ya cursaba sexto grado de bachillerato.

De acuerdo con lo establecido, el procesado les decía a sus hijas que si le contaban algo a su madre, ella podía morir puesto que sufría fuertes dolores de cabeza; también les ofreció dinero a cambio de su silencio.

Por: Fernando González, periodista judicial.