Sin importar la presencia de una abuela de 76 años y de una niña de 3 años, Yeison Alexander Morales supuestamente desenfundó una de dos armas de fuego que llevaba en el cinto, y disparó en contra de la vivienda en la que ellas se encontraban en compañía de su exnovia, quien había terminado su relación con él meses atrás, debido según ella, a los malos tratos a la que la estaba sometiendo.

Este hecho ocurrió el pasado 29 de octubre en el barrio Las Brisas de Ibagué, cuando la Fiscalía conoció que el procesado, en estado de alicoramiento y presuntamente drogado, se presentó en dos oportunidades en la casa de su expareja de 20 años, donde reside con sus abuelos y su hija menor de edad.

Primero lo hizo temprano en la mañana; le tocaba la ventana de su cuarto con el fin de que saliera de la casa, pero ella se negaba al verlo tomado y agresivo. Posteriormente, cerca de la 1 y 30 de la tarde, se presentó nuevamente, esta vez con dos revólveres en su cintura los cuales le enseñó en señal de amenaza, por lo que la joven atemorizada se escondió con ellas al ver que el hombre desenfundó una de las armas con la cual hizo varios disparos hacia el inmueble.

Pese a que nadie resultó herido de gravedad, una de las balas rozó el tobillo de la abuelita de la joven víctima quien es enfermera de profesión.

Gracias a la intervención de la comunidad y de las autoridades, se logró detener al joven de 29 años cuando intentaba huir.

Durante las audiencias de control de garantías el fiscal URI que asumió el caso le imputó los delitos de tentativa de feminicidio y fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego, a los cuales no se allanó. Morales fue enviado a la cárcel con medida de aseguramiento preventiva.

Es de anotar que el asegurado tiene en su contra una sentencia condenatoria vigente por tráfico de estupefacientes.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.