¡Alarmante! Retos ‘virales’ ponen en riesgo la vida de adolescentes y jóvenes en Ibagué
- por Daniel Garcia
Un profesional de la salud, expone que, a través de las redes sociales, los menores se enfrentan a desafíos que ponen en riesgo su salud e incluso su vida.
En los últimos meses se han identificado en distintas plataformas retos que implican asfixia intencional, consumo de sustancias tóxicas o alimentos de forma insegura, y pruebas físicas de alto riesgo, actividades que pueden desencadenar graves consecuencias para la salud e incluso la muerte.
Retos ‘virales’ que iniciaron en países extranjeros, como España, Inglaterra y Estados Unidos, se estarían presentando en las diferentes instituciones educativas de Ibagué, donde los estudiantes estarían poniéndose a prueba los unos a los otros.
El famoso ‘Blackout Challege’, que consiste en aguantar por tiempos prolongados la respiración, es una de las prácticas más comunes. Incluso, causó la muerte de una niña de 12 años en Reino Unido.
En España, un adolescente estuvo al borde de la muerte tras seguir un reto de redes sociales, que implica ingerir la mayor cantidad del fármaco más potente que haya en casa, esto para determinar quién es el más valiente del grupo. Lo que causó una intoxicación severa en el menor.
Especialistas en salud mental advierten que detrás de estos retos está la presión social y el deseo de reconocimiento en redes, factores que pueden hacer que los jóvenes minimicen el peligro real al que se exponen.
“Los adolescentes, al verse en la necesidad de pertenecer a un grupo social, se ven altamente expuestos a estos riesgos. Hoy en día, las redes sociales facilitan estas conductas y las hacen aún más riesgosas por todo lo que a diario se comparte en ellas. La invitación es utilizarlas con responsabilidad”, señaló Jairo Novoa, especialista en psiquiatría.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para la prevención:
-Supervisar el contenido digital que consumen sus hijos.
-Hablar con ellos sobre los riesgos de imitar este tipo de conductas.
-Fomentar la confianza para que los jóvenes expresen dudas o presiones que enfrenten en sus entornos sociales y virtuales.
La invitación es clara: más allá de prohibir el uso de las redes, se trata de acompañar y educar para un uso responsable y seguro, evitando que un momento de curiosidad o presión se convierta en una tragedia.