Familiares afirman que, tras una revuelta en el centro penitenciario, los guardias se extralimitaron en sus funciones.

El pasado sábado 25 de mayo, durante la noche, se registró una revuelta en una de las celdas de la cárcel del Líbano, Tolima. La madre de uno de los presos afectados ha denunciado abuso de autoridad por parte de los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

En la denuncia, la madre relató que, tras el inicio de la revuelta, los guardias lanzaron gas lacrimógeno en la celda, lo que provocó que el lugar se llenara de humo. Posteriormente, los reclusos fueron sacados al patio, donde fueron esposados y golpeados brutalmente. En total, doce internos, entre ellos el hijo de la denunciante, sufrieron esta agresión.

"Mi hijo me hizo saber que su brazo está muy maltratado, tiene una costilla lastimada, la cabeza llena de chichones y la espalda raspada," declaró la madre, visiblemente angustiada. Tras recibir estas noticias, la madre intentó comunicarse con la cárcel el domingo por la mañana, pero la directora de la institución justificó la violencia alegando que era "la única forma de dominarlos".

La madre expresó su desacuerdo y repudio ante esta respuesta: "No me parece justo. Mi hijo cometió un delito y está pagando por ello, pero eso no justifica que lo maltraten. Uno llama allá y lo único que hacen es decirle cosas para hacerla sentir mal."

La denuncia ha generado preocupación entre familiares de otros, quienes exigen una investigación exhaustiva que garanticen la integridad física y mental de los internos.