Sólo leerla causa escalofríos. Nadie se imagina que al interior de uno de los sitios más emblemáticos de Ibagué estén ocurriendo estos hechos. Por ahora, no hay un pronunciamiento oficial, aunque posiblemente todo quede en el ‘tapen - tapen’.

Escándalos hay en todos lados y en todas las clases sociales. El más reciente deja al descubierto presuntos enfrentamientos, odios, malos manejos administrativos, pérdida de dinero, abuso de confianza -y lo más bizarro- hasta la consulta a un brujo, quien desde el exterior estaría determinando el futuro de uno de los más tradicionales clubes privados de la ciudad, hechos que tal vez la gran mayoría de los socios desconozcan, mientras otros miran de manera complaciente o conveniente hacia otro lado.

Hablamos de la Corporación ‘Círculo de Ibagué’ cuyos miembros hacen parte de algunas de las familias más reconocidas de la región.

Fundado a comienzos del siglo pasado, en 1912, sus salones fueron testigo de hechos de importancia nacional; albergó a los más ilustres visitantes de la política, las artes, las letras, la ciencia, el deporte, en fin, toda una pléyade de hombres y mujeres que forjaron una época de oro para la región y el país. Pero las cosas han cambiado.

El Círculo se ha ido apagando poco a poco. Son otros tiempos, aunque el lugar se resiste a desaparecer, sin embargo, los hechos revelados en las últimas horas podrían dejar al descubierto las causas de una lenta agonía que este emblemático lugar no se merece.

Una carta enviada a los integrantes de la junta directiva por parte de Diana Caicedo Gómez, quien fungió fugazmente como administradora, sería la prueba reina de lo que estaría ocurriendo allí. Las revelaciones son insólitas, extrañas y hasta morbosas.

Caicedo, solo estuvo mes y medio al frente de la administración del Circulo de Ibagué. Su despido la tomó por sorpresa y eso la obligó a enviar una larguísima comunicación a la junta directiva en la que se evidencia la animadversión de que fue objeto por parte de Clara Bertha Saravia Henao, actual presidenta del club. Al menos, esa es su versión.

La primera revelación parece sacada de un libro del periodista y escritor Germán Castro Caycedo. Según el relato, la presidenta del Club toma decisiones de acuerdo a las recomendaciones que le hace desde Europa un brujo que ella consulta con alguna regularidad. Una de esas determinaciones fue el despido de varios empleados porque el ‘brujo, vidente, iluminado’, como al parecer llaman al hombre, así lo recomendó luego de varias visiones.

La carta revela que el ‘Brujo le habría advertido a la presidenta del club acerca de las relaciones homosexuales de dos trabajadores, quienes estarían además ingresando extraños en horas de la noche… “La señora Saravia Henao me había confirmado su permanente consulta a un “brujo, vidente, iluminado” que vive en Europa, quien le informaba a diario todo lo que pasa en el Club y con base en ello la señora tomaba decisiones. Les comento algunas:

“El “brujo, vidente, iluminado” le informó que tanto el Chef XXX como el Portero XXX estaban haciendo fiestas los sábados en el Club, tomando trago y dejando entrar a personas ajenas, poniendo en peligro la seguridad y que los dos tenían tratos homosexuales ya que en varias ocasiones los veía salir de un salón del club que estaba oscuro haciendo quien sabe qué. Con este fundamento la señora  Saravia Henao despidió a estos dos trabajadores”.

Más adelante dice… “También el brujo, vidente iluminado le informó que debían estar alerta porque estaba entrando un señor por la parte trasera del club, subía unas escaleras y sacaba unos vidrios, por lo que suponía que lo que estaba haciendo era robándose el trago. Le informó que el hombre tenía 3 lunares en la cara y debido a esto ella se encontraba buscando entre los meseros quien podría ser esa persona y que iba a ordenar que cambiaran las guardas y que no dejaran abrir la puerta”.

Pero las revelaciones no paran ahí. La ahora ex administradora asegura que descubrió que de manera irregular se estaban manejando dos datáfonos. En uno se facturaban las bebidas que pertenecían a la corporación, pero las comidas se facturaban a través de otro datáfono que estaba ligado a una cuenta de uno de los empleados, es decir, que esos dineros iban a parar al bolsillo de ese empleado.

Lo siguiente que cuenta en su carta la ex administradora nos hace recordar lo ocurrido con las cuentas del municipio de Purificación y la extraña pérdida de casi 11 mil millones de pesos. Afirma Caicedo que otro de los empleados -a quien como en los hechos anteriores identifica plenamente- estaba manejando los dos token del club, cuando por seguridad los bancos entregan a dos personas cada uno de los token para evitar malos manejos de los dineros.

Hasta el mundo político salió salpicado en esta comunicación dirigida a la junta directiva de la corporación.  Cuenta Diana Caicedo que el conversatorio con el ex candidato presidencial Rodolfo Hernández, realizado hace pocos días en el Salón Dorado del club, se convirtió en un verdadero dolor de cabeza.

Asegura que el reconocido abogado Armando Polanco -quien a su juicio nada tenía que ver con el evento- intentó hacer ingresar a la fuerza y sin autorización al menos a 30 personas, por lo que ella tuvo que intervenir;

Ese mismo día, en horas de la noche recibí varias llamadas de la señora Saravia Henao, y un mensaje displicente y grosero, preguntándome ¿con qué ampón (sic) había contratado?, que se había ido sin cancelar y que le diera de inmediato el teléfono de Iván Mantilla y del “ampón” (sic), para cobrarles lo del evento. Me abstuve de contestar el mensaje para evitar enfrentamientos. No contenta con esto, la Señora Clara Saravia Henao, se fue para el apartamento del Dr. Iván Mantilla, le hizo un escándalo, hablándole mal de mí, y exigiéndole el pago del evento, hasta el punto que según lo dicho por Iván Mantilla, ante su grosería le pidió que se retirara y que no quería hablar con ella.

Este episodio parece coincidir con la denuncia hecha por Mantilla a través de redes sociales sobre una demora en el pago del alquiler del lugar y en la que se vio involucrado por hacer un favor, sirviendo de intermediario.

Lo que sigue en la extensa carta es una relación de otros episodios infortunados, presunto abuso de poder, utilización de elementos de la corporación para uso personal, en fin, hechos que, de llegar a ser ciertos, muestran un descuidado manejo del emblemático club. Ah, pero además muestran otra cosa… ‘Que en todas partes se cuecen habas’.