“El concejal Ricardo Zarta debe renunciar a su curul”: Mario E. Hincapié
- por Daniel Garcia
El coordinador Departamental del Centro Democrático en el Tolima, arremetió en contra del cabildante tras el vergonzoso espectáculo que realizó en aparente estado de embriaguez en las últimas horas.
El coordinador Departamental del partido Centro Democrático en el Tolima, Mario Enrique Hincapié, arremetió tras el bochornoso espectáculo que protagonizó en horas de la tarde del domingo 18 de diciembre el cabildante Ricardo Zarta, quien al parecer estaba bajo los efectos de las bebidas embriagantes y generó un accidente de tránsito.
“Vemos con asombro como la falta de ética y moral hacen que cada día tiene peor imagen el Concejo y aparte un concejal de un partido Centro Democrático que tiene unas normas éticas que no podemos aceptar esto de una persona”.
De acuerdo con Hincapié, Zarta debería renunciar a su curul en el Concejo Municipal, ya que, no representa ni los ideales del partido ni mucho menos sus acciones.
“Lo que tiene que hacer el concejal es renunciar a su curul, en este momento no es apto éticamente ni moralmente para tener esa curul, ni para sentarse en una de esas 19 sillas que son hechas para las mejores calidades de personas y no puede volver a sentarse”.
Entre tanto, aseveró que los problemas que tiene con el alcohol deben ser tratados y la colectividad no debería darle aval para las próximas elecciones de octubre de 2023.
“Debe renunciar y arreglar sus problemas que tiene él de alcoholismo y tiene que internarse y arreglar esos problemas para seguir su vida profesional o política, pero él tiene un problema que debe de aceptar y el Centro Democrático no debe darle el aval para las próximas elecciones”.
Finalmente, sentenció que se contempla una posible expulsión del partido y que asuma las responsabilidades tras diversos escándalos que ha protagonizado durante este periodo.
“Yo creo que se va a hacer una carta donde él debe ser expulsado del partido, que es lo mínimo que debe asumir, es que manejar un carro con licor en la cabeza, es como tener un arma cargada y un cabildante debe tener una imagen moral y ética”.