La competencia de precios está así: mientras que una caja de 50 tapabocas chinos cuesta $10.000 pesos, uno de tela está entre $4.000 y $5.000.

Debido a la crisis económica por la que pasaba la mayoría de los gremios productivos en Colombia, y al desabastecimiento de elementos de bioseguridad al inicio de la pandemia, entre esos el tapabocas, cientos de empresas del sector textil y de confecciones a nivel nacional y departamental se volcaron a producir tapabocas en grandes cantidades, importando materias primas a precios elevados.

Sin embargo, la venta sin control de tapabocas provenientes del continente asiático en la ciudad de Ibagué pone en riesgo la sostenibilidad de miles de empleos.

Y no es para menos. Mientras que una caja de 50 tapabocas cuesta $10.000 pesos, uno de tela está entre $4.000 y $5.000, es decir, sale más económico comprar los desechables.

Pigmento, una de las empresas tolimenses que le hizo frente a la pandemia realizando elementos de bioseguridad, hoy se ve afectada por la venta de los tapabocas chinos en las calles de Ibagué.

“Nos hemos visto seriamente afectados con las importaciones de productos chinos, específicamente los tapabocas, ya que están muy por debajo de nuestros costos de producción”, señaló Germán Laiseca, gerente administrativo de Pigmento.

Por otro lado, los comerciantes informales de los tapabocas chinos que hacen presencia en las calles del centro de Ibagué, declaran que la venta de estos productos ha sido la única manera de generar ingresos económicos para su sostenimiento y el de sus familias, en un tiempo donde el desempleo se dispara y la economía sigue en crisis.