Varios estudiantes que cursan último semestre de medicina en la Universidad del Tolima viven apuros económicos por estos días.

Con el propósito de realizar las prácticas profesionales o año rural en hospitales del departamento los jóvenes se vieron en la obligación de mudarse a varios municipios con la promesa de tener vivienda y alimentación subsidiada por la institución.

Sin embargo, luego del inicio de la pandemia la universidad no continuó asumiendo los gastos de manutención, razón por la cual varios estudiantes han desertado ya que no cuentan con los recursos. Quienes continuaron manifiestan que gastan al menos $1 millón al mes, entre alimentación, vivienda y gastos personales.

Los padres de familia en conjunto con los universitarios, han enviado derechos de petición y cartas al alma mater solicitando una solución, puesto que consideran complicado asumir dichos costos medio de la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19.

“Por la pandemia ellos regresaron a sus hogares y retornaron después. Hacia el año pasado a ellos les dieron en sus prácticas la alimentación y alojamiento. En algunos hospitales no les daban alojamiento, pero al menos si la alimentación, porque son jóvenes de Ibagué y para estar en municipios es difícil. Ahora los dejaron solo en ese tema”, manifestó un padre de familia que decidió no revelar su identidad para evitar perjudicar la educación de su hijo.

Los afectados esperan graduarse el próximo 18 de diciembre, y que a última hora no les cancelen o pospongan la ceremonia como ha ocurrido en otras ocasiones.

Así mismo, hicieron un llamado urgente a las autoridades para que les brinden la mano y les otorguen alguna solución.

Respuesta de la UT

En diálogo con Marco Ávila, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Tolima, manifestó sorpresa ante lo denunciado puesto que, asegura, la institución nunca ha brindado esa clase de apoyos.

“Los hospitales tienen una serie de responsabilidades. En el caso de que los estudiantes tengan turnos en la noche se les dé adecuaciones para su descanso. Sin embargo, revisando la normatividad no hay obligación por parte de los hospitales en suministrar alimentación ni alojamiento. Desde la dirección del programa trabajamos para escuchar a los estudiantes, sobre todo en las zonas rurales, para que retornaran a la ciudad y buscarles plaza para que pudieran estar cerca de sus familias. Muchos aceptaron la ayuda”, expresó el decano.

Así mismo, resaltó que la Universidad ha gestado varios beneficios para los estudiantes, pero actualmente no tienen como responsabilizarse por la manutención ni la alimentación, ni tampoco es obligación de la Institución o de los Hospitales.