Tras un consejo de seguridad extraordinario en Natagaima en el que participó el Gobierno Departamental, la Policía, Ejercito, la Alcaldía Municipal y comerciantes de la plaza de mercado, no se pudo llegar a un acuerdo entre las partes.

Según explicó el alcalde Jesús Alberto Manios, los vendedores mantienen la posición de no desalojar el centro de acopio, razón por la cual, a fin de evitar nuevos disturbios se determinó ‘echar para atrás’ las obras de remodelación a la estructura.

El mandatario indicó que ante la falta de garantías para adelantar los trabajos, se acordó liquidar el contrato que alcanza los tres mil millones de pesos, y que tenía como objetivo optimizar y modernizar la central de abasto.

“Lamentamos que se llegue a esta situación, desde que asumimos el gobierno empezamos con esta esta gestión para dar solución a la problemática. Con esto pierde el municipio, pues la intención era lograr una galería que fuera monumento nacional de arquitectura, pero esto no se logó asimilar por los comerciantes” dijo el mandatario.

Ahora el municipio deberá asumir las millonarias multas y sanciones por liquidar el contrato. Entretanto, se deberá iniciar un proceso de mejoramiento de las condiciones sanitarias, a fin de que se pueda dar apertura nuevamente a la plaza de mercado.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.