Estados Unidos tomó una trascendental decisión que podría ser el principio del fin de la dictadura en Venezuela: El gobierno de Donald Trump decidió ‘meter en el congelador’ las propiedades de Venezuela en este país, para evitar que sigan siendo administradas por Nicolás Maduro. Al tiempo anunció que seguirá comprando petróleo venezolano, pero solo hará pagos a cuentas que sean manejadas por el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y Colombia, han reconocido como el máximo líder de Venezuela, desconociendo la dictadura de Maduro.

Todas estas medidas podrían superar los 18 mil millones de dólares, que ya no estarán en la chequera de Nicolás Maduro y dicen expertos que este es un golpe directo a sus finanzas personales y de aquellos que lo sostienen en el poder, dificultando su permanencia en el gobierno.

Estas medidas también podrían ser dolorosas para los venezolanos en general, porque al estar congelados en Estados Unidos, habría una mayor escasez de dólares en la economía generando una devaluación más fuerte de su moneda y un mayor efecto sobre la hiperinflación.

Además, Venezuela seguiría perdiendo espacio en el mercado petrolero mundial, hasta punto tal que Colombia podría superarla este mismo año en términos de producción petrolera.

La gran pregunta es si Maduro logrará aguantar toda esta asfixia económica sin golpear aun más a los venezolanos del común.